miércoles, 4 de abril de 2012

Barranquillera de Juan Mina

Quienes hayan seguido la historia del nacimiento de mi primer libro saben lo traumático que fue el episodio del robo, pero que ya lo he superado a punta de utilizar cada trámite como fuente de inspiración. Asi como conté las historias asombrosas de las oficinas públicas y otras bellezas, hoy vengo a reportar que la registraduría nacional del estado civil me ha despojado de mi ciudadanía barranquillera y me la ha remplazado arbitrariamente con otra mucho mas pintoresca. Por obra y gracia de este ente, ahora resulta que nací en Juan Mina, Atlántico. Esto supone un grave inconveniente en mi carrera literaria, puesto que mi primer libro y buena parte de mis escritos, se basan en mi origen Barranquillero, el cual ahora ha sido eliminado de los registros legales y me dejan como natural de un municipio que, aunque da para varios chistes, no creo que me alcance el resto de mi vida para conocer y expresar como propio.
Desafortunadamente mis limitadas visitas a Barranquilla no me dan el tiempo suficiente para emprender, seguir y concluir la quijotesca labor de que una parte del gobierno reconozca y corrija un error administrativo por los conductos regulares. Tampoco me alcanza la visita para interponer tutelas y tener los documentos en orden para regresar a mi otra patria. Asi que de momento, cédula y pasaporte se quedan como están, identificándome como nacida en Juan Mina y la única defensa de mi Barranquillez son los testimonios de quienes me conocen y de mi mami, en su doble calidad de abogada y parturienta admitida al seguro social de la vía 40 que, efectivamente, quedaba y todavía queda en Barranquilla.
He decidido asumir mi nueva población con dignidad, pensando que a la larga el beneficio será mutuo. El municipio recogerá los frutos de utilizar mi nombre como estandarte de la cultura local y yo me ahorro tener que competir con gente famosa por un pequeño lugar en la historia de mi pueblo. Asi como el año pasado me lancé en infructuosa campaña como candidata a ser la siguiente novia de Barranquilla tras la partida de Esthercita Forero y terminé mas ahogada en las tarullas de Las Flores que un político pobre, supongo que nadie se atreverá a hacerme la competencia en Juan Mina y seré la enamorada eterna de un novio que al menos tiene nombre masculino. Seguro que también debo tener garantizados reinados por decreto de toda pelambre, legislación favorable a mis macabros intereses y hasta votos en caso de necesitar apoyo democrático para mis iniciativas populacheras.
Además de divertir a cuanto amigo o familiar le muestro la cédula, al punto de provocar lágrimas de risa y dobladas de estómago, no creo que sea del todo malo este cambio. Por una parte, si a duras penas me conocen en Barranquilla, estoy segura de que mi nuevo pueblo no tiene ni idea de quién soy o a que me dedico, por lo cual les queda mas difícil confirmar o negar cualquier cosa que yo diga al respecto y por otra parte no tengo el deber de hacer algo por la ciudad porque ni siquiera vivo en el mismo país.
De manera que creo que Juan Mina y yo nos ignoraremos mutuamente con el fin de no alterar el orden natural de las cosas, de que yo pueda continuar con mis intentos de escritora basados en una realidad que la registraduría no admite y de que sus ciudadanos no se vean en la obligación de cambiar el curso de sus vidas para darme el lugar que me merezco como hija predilecta de tan magno poblado.

3 comentarios:

  1. Bueno y de las mil vainas raras que te pasan no te podía pasar algo menos raro??

    Un Abrazo y ojalá asi si alcances la fama que tanto buscas

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  2. Pueblo pequeño, infierno grande.
    Pero mayores posibilidades de ser una figura pública (y que publica)

    No importa que ahora seas juanminence(?)juanminita(?) o juanlamina(?) porque tu registro civil debe ser muy amplio,por ser una ciudadadana que quiere devorarse el mundo.

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  3. Rubén Montoya Galofre23 de mayo de 2012, 9:15 p. m.

    Apenas leí el título me imaginé lo que todo el mundo supone al escuchar que mencionan a Juan Mina, pero ciertamente, es una historia que mas que quijotesca considero macondiana... Cosas que pasan!!!!

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