domingo, 10 de julio de 2011

Por los derechos de los estratosexuales

-"Las puertas del closet están hechas de todo tipo de madera, hermano. Todo tipo"
   Downey en Fired Up!

Ya había elogiado antes el trabajo serio de dos abogadas que tomaron cartas, sobres y documentos de Word en el asunto de la defensa de los derechos fundamentales de todas las personas sin discriminación de orientación u opción de vida. Lastimosamente, tan elegante trabajo no cubre una forma de discriminación que apenas se me hace patente tras una serie de detalles aislados, tales como la pregunta confundida de mi esposo acerca de la "gitanidad" del cantante de Héroes del Silencio, o algunos comentarios aleatorios en un status de Facebook acerca de vivir en un pueblo después de haber vivido en Bogotá. A todas estas mi comentario en Facebook fue para elogiar el uso correcto de una palabra que...ah que carajos! Voy a darle el crédito a Diego Armando Pava por completar en estricto orden la retahíla de descendencia a futuro desde los hijos hasta los choznos y encima de todo se echó la zeta como los grandes, eso es un gol de chilena tras una toreada, la madre si eso no se merece un reconocimiento. Y  la pregunta la contesté afirmando que Bunbury es tan gitano como yo soy corroncha. Lo cual me llevó a la inevitable conclusión de que el estatus social es una cuestión mental más que económica, tras leer en otro blog la crónica de la decepcionante expedición de la olla de Ricostilla de parte de alguien que creo que no tiene clara la función de un cubo de caldo, por no haberle apremiado la necesidad de investigarla, pero que igual hace gala de sus dotes literarias a partir de tan humilde elemento.
En uno de esos escasos momentos de lucidez antropológica, se me ocurrió que toda esta vaina de la obsesión con lo manteco no es más que la expresión de mi ordinariez reprimida por las convenciones sociales y el costo de la matricula de los elegantes establecimientos donde cursé estudios superiores e inferiores. Esas convenciones que no me permitían zamparme un corrientazo en paz, aunque la "guapanela" estuviera para levantar muertos y el cucayo del arroz de payaso pudiera reemplazar el contenido de un tarro de tres en uno. Y me di cuenta de lo que me costó salir del closet del estrato y vivir la corronchera a plenitud. Tanto que me tuve que ir del país para poder darme el gusto de la ramplonería y no preocuparme por las repercusiones que esa decisión acarrearía. Hoy en día me doy el lujo de basar mi arte en llevar la vulgaridad autóctona desde el exilio, y como yo con mi arte tengo, pues bastante que me lo celebran los cuatro gatos que pasan por aquí sin falta. De manera que ya he seguido los pasos del maestro Galeano de quejarme de todo desde una distancia prudente.
Dicho lo dicho, espero que este escrito inspire a otros a encontrar su verdadera identidad guisa sin temor al rechazo, que sepan que tienen quien los apoye desde este blog y que si en algún momento llegasen a sentir vulnerados sus derechos constitucionales, pues les tengo las abogadas para esa vuelta. Y suerte es que les digo, agonías.

4 comentarios:

  1. Te senti algo molesta. Acaso alguien se metio contigo?
    Pues muy osado si opto por enfrentar la ira demoniaca de una guisa.
    Mi querida manteca, uno mi voz a la tuya. Es bien sabido que el estanco virtual donde nos conocimos no es mas que la disculpa de esos miembros para dejar salir con frenesi esa ramploneria que no es politicamente correcta; esa falta de gusto, dirian los de alto estrato; ese ñero/a que todos llevamos dentro.

    Tenemos algo en comun que muchos desean y pocos ostentan: una membresia eterna en el grupete de marras.

    Dejar salir al manteco y no morir en el intento es tan cierto como que todos los seres humanos, en algun momento de sus vidas, asi sea por unos miseros instantes, han deseado ser el traqueto del millon en la billetera o la gata prepago victima de morbosas miradas.

    Y a quien no le guste mi opinion, pues que se relaje, respire y deje de leerme.

    Y si, aqui estoy, abogada experta en derechos para homosexuales, y si es el caso, de estratosexuales en vias de dejar el closet.
    He dicho

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  2. pues los casos son diversos y extremos: el gamín estrato 9 y el gentleman divinamente que se mueve en buseta y se viste en la plaza españa. Yo siempre he creído que lo importante no es lo "política y socialmente correcto" sino lo que se siente y se vive en el alma.
    Anoche no disfruté una comida basada en "deliciosos" quesos recién llegados de Francia acompañados de vino italiano, preferí al llegar a casa mitigar el sabor dejado en mi boca con unos trozos de ternera a la llanera y gaseosita nacional. ¿Habrá surgido mi lado guiso?

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  3. Yo también tengo un guiso dentro y QUE!!!!, que se oiga una sola voz!!.

    Pronto nos reuniremos en marchas, reclamando por nuestros derechos.

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  4. Me uno a todos los comentarios y por supuesto a la autora del blog... A más de uno le ha tocado vivir en un lugar diferente para poder explorar y dejar salir el guiso que llevamos dentro!!!

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